La producción de quinua en Ayacucho, impacta positivamente en el aspecto social, ya que permite la satisfacción de necesidades básicas, aceptabilidad del sistema de producción, integración social y asistencia técnica y capacitación. Conoce estos beneficios sociales, sus indicadores y sus subindicadores.
Satisfacción de necesidades básicas
La vivienda que los proteja de las inclemencias climáticas y otras amenazas.
El nivel de educación, ya que los agricultores con estudios pueden interpretar y responder mejor a la información o introducción de una nueva tecnología de producción. Además, de aprovechar nuevas oportunidades de diversificar fuentes de ingresos.
Acceso a salud y cobertura sanitaria, ya que la mayoría de las actividades de desarrollo afectan en mayor o menor grado al medio ambiente, lo que, a su vez, origina muchos problemas de salud. También depende de que las condiciones ambientales le sean favorables, lo que supone, entre otras cosas, un abastecimiento adecuado de agua y de servicios de saneamiento, más un suministro seguro de alimentos y una nutrición apropiada.
El acceso a los servicios básicos, como agua potable, desagüe y energía eléctrica.
Aceptabilidad del sistema de producción
El nivel de satisfacción del productor está determinado por la utilidad o satisfacción que obtiene el agricultor y esta satisfacción se deriva de las características de la tecnología y su importancia para el agricultor.
Los sistema de producción utilizados en la zona altoandina del país determinan el grado de dependencia o autonomía de insumos externos, así como estrategias de gestión de riesgos frente a amenazas climáticas.
Integración social
La asociatividad, es una facultad social de los individuos de agruparse para sumar esfuerzos y responder colectivamente en sus actividades cotidianas. Se considera que un productor integrado a organizaciones sociales es menos vulnerable dentro del contexto socio-económico y puede mantenerse en el tiempo.
Nivel de asistencia técnica y capacitación
A través de los conocimientos locales, sostienen la productividad en tierras a menudo marginales, a través de técnicas de manejo de la tierra compleja e innovadora. Este indicador mide la pertinencia de los planes y programas de capacitación y asistencia técnica que proveen el sector público y privado.