La guerra entre los superalimentos continúa, esta vez te traemos quinua vs kiwicha. Dos de los superalimentos que que por su alto valor nutritivo no deben faltar en la dieta diaria. El consumo de ambos contribuye a reforzar el sistema inmunológico, previniendo así el desarrollo de enfermedades infecto-contagiosas, como la tuberculosis. Ahora te damos a conocer según la U.S. DEPARTMENT OF AGRICULTURE, el National Institutes of Health y la Fundación Española de la Nutrición la cantidad de nutrientes que contienen estos alimentos por cada 100 gramos y sus beneficios.
Zinc
Quinua: 3.1 mg
Kiwicha: 2.88 mg
Beneficios: El zinc ayuda al sistema inmunitario a luchar contra las bacterias y el virus que lo atacan. Asimismo, el cuerpo usa el zinc para producir ADN (material genético de las células) y las proteínas. Mientras que para los niños es necesario porque los ayuda a crecer y desarrollarse.
Potasio
Quinua: 563 mg
Kiwicha: 482 mg
Beneficios: El potasio es uno de los minerales que puedes encontrar en muchos alimentos. Es importante para el funcionamiento del organismo, del riñón y del corazón. Asimismo, ayuda a la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
Cabe resaltar que al no obtener una suficiente cantidad de potasio para el cuerpo, puede aumentar las presión arterial, reducir el calcio en los huesos y aumentar el riesgo en cálculos renales.
Vitamina B6
Quinua: 0.487 mg
Kiwicha: 0.4 mg
Beneficios: La vitamina B6 es importante para que funcionen correctamente las enzimas (proteínas que regulan procesos químicos del cuerpo). Además, influye en el desarrollo cerebral y el sistema inmunitario durante la infancia y el embarazo.
Es necesario recalcar que la falta de consumo de vitamina B6, puede ocasionar varios síntomas como anemia, erupiones con picazón, labios escamosos, grietas en las comisuras de los labios e inflamación en la lengua.
Lípidos
Quinua: 6.73 mg
Kiwicha: 4.44 mg
Beneficios: Los lípidos cumplen una función energética de 9kcal por gramo de lípido. Además, forman parte de las membranas celulares, protegen la integridad de la piel y actúan como amortiguadores de traumatismos. Asimismo, son indispensables para el crecimiento y la regeneración de tejidos.
Por último, actúan como aislante térmico, es decir, ayudan a regular la temperatura corporal.