La quinua contiene más grasas (6,3 g) por cada 100 g de peso en seco; las cuales son una importante fuente de calorías y facilitan la absorción de vitaminas liposolubles. Respecto al contenido de estas grasas, más del 50 % viene de los ácidos grasos poliinsaturados esenciales linoleico (omega 6) y linolénico (omega 3). Los ácidos linoleico y linolénico se consideran ácidos grasos esenciales, ya que no los puede producir el cuerpo. Estos mantienen una excelente calidad gracias al alto valor de la vitamina E (actúa como antioxidante natural).
En promedio, la quinua es una mejor fuente de minerales en relación con la mayoría de los granos mencionados. En especial, la quinua es una buena fuente de hierro (una de las deficiencias nutricionales más comunes), magnesio y zinc si se compara con las recomendaciones relativas al consumo diario de minerales. De igual manera, es una buena fuente de las vitaminas B2 (riboflavina) y ácido fólico.
*Información rescatada de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).